lunes, 6 de febrero de 2012

Tú y yo


Esa noche te conté que me encantaba como brillaban tus ojos al sonreír, de manera que a las estrellas les daba vergüenza asomarse. Y dijiste: "Eso es mentira"  mientras agachabas la cabeza sonriendo.
Yo solo era un chico que tenía tendencia a quedarse solo y perdido en sí mismo.
Pero apareciste justo ahí a mi lado, y decidiste quedarte y darme una oportunidad, la mejor Navidad, porque, según tus palabras, desperté tu curiosidad. Y entonces llegó el momento en que me desperté para encontrarme con que mi Navidad se había terminado.
Pero cuando pienses en el mar, espero que pienses en mi canción favorita. Que recuerdes esa vez, cuando te abracé toda la noche, donde la luna improvisaba un escenario  con el océano.
Cuando pienses en la felicidad, espero que pienses: "Esa chaqueta gris, con bolsillos incompartibles". Que pienses en mi cabeza en tu hombro, y tu mano en mis viejos vaqueros.
Cuando pienses en el océano furioso de celos espero que pienses en mí, en tus dedos enredados en mi pelo.
Enero fue un mes de lágrimas, y di gracias de que supe esconderme de ti para que no me vieses así.
Pero hay una carta sobre tu mesita de noche, junto a una rosa ya marchita, dos objetos que te regalé usando tu cumpleaños como excusa.
Es duro no encontrar el lado bueno, y mirando atrás después de todo, quiero creer que, cuando pienses en el calor de dos cuerpos, enfrentados al frio de Diciembre, pensarás en mi canción favorita, y la vez  en que bailamos lo que me pareció toda la noche, donde la luna improvisaba un escenario iluminando como un enorme foco el celoso océano.
Cuando pienses en felicidad, espero que pienses: "Esa camiseta ajustada"  que pienses en mis labios rozando tu cuello, en mis brazos rodeando tu cuerpo.
Cuando pienses en mi espero que recuerdes aquel cielo medio nublado que enseñaba a veces las estrellas.
Y vuelvo a verte por primera vez desde que intentaste olvidarme. Estoy en tu calle, sentado frente a tu puerta,   con una carta en forma de poema y una rosa, decidido a despedirme para siempre.
Así, cuando pienses cómo definir lo que se siente al enamorarse, espero que pienses mi canción favorita, algún día pondrás la radio, espero que te lleve a ese lugar, a nuestro banco, donde reíamos hablábamos y nos acariciábamos tímidamente.
Cuando pienses en lo que es la felicidad espero que pienses en la primera vez que nos besamos, en la torpeza de mis labios en la oscuridad. Espero que pienses en mí cuando te sientas sola, y que sonrías, porque sabes que me gusta cuando sonríes, aunque digas  que es mentira.

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